martes, 7 de febrero de 2012

Drago

Nombre vulgar: Drago
Nombre científico: Dracaena draco
Distribución: Dracaena draco es una especie nativa en las islas, donde se encuentra representada por la ssp. draco, que además de en Canarias se encuentra en Azores, Madeira y Cabo Verde.
Descripción: Se trata de un árbol con el tronco gris-plateado y ramificado dicotómicamente. Se diferencia de D.tamaranae Marrero, Almeida et González, endemismo de la isla de Gran Canaria, por sus hojas, de color verde algo glauco, planas y con los bordes rojos, las cuales se disponen en el ápice de las ramas. Las inflorescencias son terminales y ramificadas, con flores cuyos tépalos tienen color blanco-verdoso. Los frutos son globosos y de color rojo-anaranjado. En los ejemplares de la isla de La Palma es característica la ramificación cercana a la base del árbol, a diferencia de las plantas de otras islas. Árbol de tronco gris-plateado, ramificación dicótoma y gran porte que puede alcanzar los 20 metros de altura. Sus hojas son alargadas, rojizas por la base y se disponen en densas rosetas en el ápice de las ramas. Las inflorescencias se disponen terminalmente en grandes racimos, con flores pequeñas de color blanco-verdosas o crema que generan un fruto globoso entre amarillo y rojo.
Ecología: Esta especie se incluye en el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias, como sensible a la alteración de su hábitat, en las islas de Gran Canaria, Tenerife y La Palma.
Reproducción: Semillas
Usos y aprovechamiento: Se sabe que los aborígenes canarios usaban sus cortezas para algunos enterramientos, elaboraban escudos defensivos, recipientes y con la savia teñían de rojo diversos utensilios. Los aborígenes le atribuían propiedades milagrosas a esta savia.
La fama del drago y su sangre era conocida en Europa antes de que las islas fueran conquistadas en el siglo XV. Algunos navegantes venían a las islas con intención de recoger o intercambiar este producto, apreciado para fabricar lacres y pinturas.
Actualmente la sangre de drago se usa muy poco. Los campesinos la empleaban para fortalecer la dentadura y las encías, y en uso externo para curar las quemaduras.
Las hojas del drago han servido para alimentar el ganado en épocas de escasez y para hacer sogas.
Actualmente el drago es muy usado en jardinería.

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